Monday, June 17, 2019

Jorge Gerez el gurú del branding político

"Jorge Gerez, el gurú del branding político" artículo en C&E

Han pasado 7 años desde que Jorge Gerez fue electo “Rising Star” por Campaigns and Elections en Estados Unidos. A ese premio, que distingue a los jóvenes consultores con un futuro prominente, este estratega de origen argentino le ha hecho justicia: 4 campañas presidenciales, más de un par de docenas de elecciones de gobernador, senadores, alcaldes y diputados, y su participación en procesos de México, Brasil, Costa Rica, España y República Dominicana, son sólo un bosquejo de una carrera a la que además hay que sumarle 4 premios Reed Latino, 1 Reed USA y 4 Pollie Awards.
Si hubiéramos de definir a Jorge Gerez con una palabra diríamos que es impecable. El traje de este también profesor invitado del master en marketing Político de la Universidad de Barcelona es siempre pulcro. El peinado en su lugar y la palabra correcta le acompañan siempre. Ha cumplido ya 15 años de carrera, y aunque ahora mismo se prepara para la elección presidencial brasileña –allí ha asentado sus oficinas principales-, todo indica que en México su mano empezará a sentirse en campañas locales.

Campaigns and Elections (CE).- ¿Cómo comenzaste en la consultoría política?
Jorge Gerez (JG).- Bueno, puedo decir que mi primer campaña fue en 1983, yo tenía, siete añitos. Ya estaba haciendo campaña repartiendo adhesivos y folletos de Raúl Alfonsín, era la vuelta de la democracia en Argentina y puedo decir que esa fue mi primer campaña hecha con el corazón.
Pero bueno, realmente mi comienzo en la comunicación política fue en 1999, como socio fundador de la Asociación Argentina de Marketing Político, donde fui el Director de Publicidad e Imagen; en paralelo yo trabajaba en el mundo corporativo, de hecho fue ahí donde más aprendí sobre metodología, de poder entender mejor los procesos y optimizar recursos. Fue en un gran grupo de retail francés, líder en el mundo, donde aprendí justamente a entender mejor la segmentación y cómo funciona la psique de Doña María en Argentina.
Justamente en mi carrera de ejecutivo, conozco a mi ex esposa y es por ella que acabamos viviendo en Brasil, ella es brasileña, y es justamente en Brasil que curiosamente lo que para mi era un hobbie convierte en mi profesión en Brasil.
Desde ahí en adelante comenzamos, desde el 2004, a trabajar en comunicación política en Brasil y nos convertimos en la empresa brasileña de comunicación política más premiada en Washington, al día de hoy.

CE.- Venir del mundo corporativo, ¿es un plus?
JG.- Sí, efectivamente es un plus, porque de hecho la metodología de trabajo que tenemos, nos diferencia y mucho de la gran mayoría de empresas de comunicación política.
Cuando comenzamos a trabajar simplemente con la parte publicitaria, llegábamos y nos encontrábamos con briefings o pseudo briefings de personas que se autodenominan estrategas políticos y veíamos lagunas impresionantes en el briefing.
Nos tocaban cosas como, por ejemplo: “quiero hacer una campaña publicitaria para los jóvenes, dos puntos, que sea moderna, leve, clean, punto”. O sea, no decía absolutamente nada y con esto teníamos que crear campañas, en realidad acabábamos inventando todo el proceso y hacíamos nuestra propia investigación.
Para estandarizar esto, empezamos a hacer ingeniería reversa, de comenzar nosotros a hacer las preguntas que necesitábamos y poco a poco nos fuimos metiendo más en el proceso hacia atrás y hoy vamos desde lo que es la desfragmentación de la percepción de los ciudadanos, poder comprender a fondo cómo percibe cada target al candidato y a los adversarios, poder entender esa percepción ciudadana a fondo, sus miedos, sus sueños, es decir cuáles son de hecho las propuestas funcionales que pueden determinar la victoria o no, y entonces sí, volvemos a lugar de dónde venimos, hacia la publicidad, acabamos el proceso en la creación del material publicitario.
Eso nos diferencia de la gran mayoría de empresas, porque tuvimos un camino casi autodidacta, pero con mucha metodología. Todo ese conocimiento viene del mundo corporativo.
Nuestros clientes no son atendidos por consultores juniors, porque eso se me hace una falta de respeto al cliente y es por eso que también tomamos una cantidad limitada de campañas, preferimos hacer pocas pero hacerlas bien y darle el mejor servicio al cliente.
CE.-¿Por qué branding político y no marketing político ?
JG.- Para nosotros es muy importante la persona humana y creemos que cada ser humano es único e irrepetible, entonces no se puede, no tiene lógica poder copiar una campaña de otro candidato y aplicarla a diversos. Muchas empresas lo hacen y se sienten cómodas con eso, nosotros no. Hacemos campañas a medida para cada cliente.
La gran diferencia entre el branding político y el marketing político, es que el branding político se ocupa de la persona humana, hace una mirada hacia el ser humano y justamente esa mirada del mundo, que este candidato tiene, su visión del mundo, la visión que tienen de él sus más próximos y la visión que la sociedad tiene del mundo, es decir la psique social. Juntando esas tres puntas, puedes decir que tienes una estrategia integral de comunicación de marca política, porque no puedes olvidarte del ser humano.
El candidato es una persona, única e irrepetible y eso para nosotros es determinante. No vendemos simplemente imágenes, vendemos una persona y esa persona tiene que ser genuina a la hora de comunicarse con los ciudadanos.

Nuestro trabajo como empresa de comunicación política, desde nuestro punto de vista, es que simplemente debe limitarse a entablar un dialogo eficaz del candidato con la ciudadanía, un puente de comunicación de la campaña con los ciudadanos y no en construir una imagen en función de lo que la gente quiere, pero que puede no ser lo que el candidato es.
Esto ya nos diferencia del 99.9 % de empresas que hay en el mercado.
El marketing político observa, de forma cuantitativa, también cualitativa, el mercado electoral; pero muchas veces, lamentablemente se olvida del ser humano, de la persona humana.
Nosotros acuñamos el término de branding político en 2006, en el Instituto de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Barcelona, dirigida por Gabriel Colomé y básicamente, intentamos ordenar el conocimiento desde el mundo de la publicidad a la comunicación política, de ahí surge el término branding político y fui quien lo acuñó en 2006 en Barcelona, España.
Hoy muchos hablan de branding político y continúan confundiendo el término con la mera creación gráfica y audiovisual de una campaña, pero el proceso es mucho más profundo, porque entra en el ADN de la persona humana, desde la concepción de la campaña per se, es ahí que comenzamos y justamente es un proceso de consulting que va más allá de la finalización de la campaña, finalización publicitaria del proceso de creación y el proceso de campaña.

CE.- ¿Dónde has trabajado?
JG.- Tenemos más de 15 años de experiencia internacional en comunicación política. Somos una empresa brasileña y hemos trabajado en todo Brasil prácticamente, hemos trabajado en México, Costa Rica, República Dominicana y España, en algunos de estos lugares todavía hoy trabajamos.
También hemos trabajado para grandes instituciones y corporaciones privadas, a nivel global y es algo que nos divierte, poder construir marcas o reconstruir o asesorar marcas de gran porte regionales o globales, porque nos hace sentir requeridos como buenos profesionales y eso nos motiva a ser perfeccionistas, a estar en los detalles, a poder trabajar y querer trabajar con los mejores.
Creemos sobre todo que, lo más importante en este negocio, es el respeto al cliente y el respeto al ciudadano, porque somos corresponsables de lo que vendemos y comunicamos.

Porque, en primer lugar vendemos lo que nadie quiere compra, políticos. Lamentablemente, la gente no se interesa por la política, la gran mayoría piensa que los políticos son corruptos, deshonestos, mentirosos y nos toca vender lo que nadie quiere comprar.
Por otro lado, el respeto al ciudadano de que el relato sea genuino y que realmente sea un debate de soluciones, de ideas y de propuestas y no un debate persuasivo de publicitarios, que no le hace nada bien a la democracia.
Con este espíritu y con este intuito, tenemos campañas a Presidente, a Senador, a Gobernador, Alcaldías diversas y nos motiva a continuar con este espíritu de respeto al cliente y al ciudadano.


La entrevista tiene lugar en unas suites de la colonia Polanco en la Ciudad de México. Es de mañana y el desayuno espera. Aceleramos las fotografías y mientras ello ocurre, platicamos. Llega el momento en que Jorge Gerez regresa su mente a 2004, cuando ganó su primer campaña política:
“Nuestra primer campaña ganadora fue una campaña de capital, de una alcaldía capital en el nordeste de Brasil. Nosotros en realidad estábamos trabajando para un candidato que era el outsider y, por la performance que tuvimos con nuestro candidato que no pasó a segundo turno, el equipo que había quedado en segundo lugar nos llama y lo ayudamos a ganar en segunda vuelta esa capital. En paralelo, tuvimos otras, pero una de ellas sí resultó en derrota y fue de la que más aprendí porque fue por primera vez que entendí la importancia que tiene la movilización y la auditoría de fiscales en una campaña como el nordeste brasileño, que es muy parecido al resto de Centroamérica y el Caribe y, hasta podría decir, que gran parte de México”.
El consultor entonces, toma por minutos su papel de catedrático y consigna: “de nada sirve tener una campaña impecable en el aire, con piezas de televisión, radio, periódicos, vía pública y hasta de internet, si no tienes gente en las bases y en la tierra que sepan, en primer lugar, qué es lo que están vendiendo, qué es lo que tiene que comunicar, cómo defender al candidato, pero sobre todo, también cuidar las casillas, cuidar a los fiscales, porque existe lamentablemente en política una maquinaria perversa y mafiosa, que no hace política, que lo único que hace es comprar voluntades y engañar a la gente y no ganan en el debate de ideas y de propuestas, pero sí en la malicia. Eso, lamentablemente, forma parte de una lección y hay que tenerlo en cuenta. Específicamente en esta campaña, recuerdo que estábamos casi 20 puntos delante de ese otro candidato y en dos semanas revirtieron y no entendíamos por qué. Nuestro focus hablaba muy bien de nuestras piezas, del material, de la eficacia, pero al ser un lugar pobre, realmente pudieron dar vuelta a la elección a la fuerza y con la compra de voluntades. Eso me marcó y fue donde tuve que aprender más a cómo funcionaba todo ese mundo de tierra y hoy podemos perder una campaña porque el otro candidato es mejor, pero no por los mismos errores que pudimos haber cometido en el pasado”
CE.- ¿Estarán en las campañas brasileñas?
JG.- Sí. Este año tenemos elecciones en Brasil, en octubre disputamos la primera vuelta y, en los casos que haya segunda vuelta, será en noviembre.
Estamos con tres candidatos a gobernador, un candidato presidencial y otros cuatro a senador de estados importantes.
Realmente, es un proceso atípico el de este año en Brasil, por todo lo que hemos vivido en la historia reciente. Impeachment de una presidente, un presidente con un índice muy bajo de gobernabilidad, donde impera un sentimiento de pesimismo nacional, según todos los focus group nacionales que hemos realizado.
Realmente cuando hay un sentimiento de rabia, de angustia, de decepción, como es el que sienten los brasileños hoy, al ver que su país sufre una gran crisis económica, desnecesaria, devenido por una crisis política, fabricada o no, esto genera muchísima decepción… más allá de todos los casos de corrupción, porque el PT llegó a Brasil diciendo que sería un gobierno diferente, que serían honestos y transformarían a Brasil, pero acabó siendo el gobierno y el partido más corrupto de la historia del Brasil o al menos de la que se tiene registro.
Eso generó muchísima decepción en la gente, sobre todo en las clases C, D, E, que veían en el PT y veían en Lula al “gran salvador”, al gran “padre de los necesitados”, desempleados y miserables y acabó siendo una gran decepción, todo acabó siendo una gran mentira.
Brasil llegó a estar casi quebrado económicamente, hoy se recupera por su natura fortaleza, por tener una agroindustria poderosa y líder en el mundo, pero realmente esto golpeó muchísimo el sentimiento y la psique social.
Va a ser una campaña de “todo puede ser”, en realidad, porque las izquierdas están huérfanas y del lado del centro-derecha hay candidatos prácticamente desconocidos y los que podrían llegar a ser conocidos y competitivos, también pueden llegar a estar involucrados en escándalos de corrupción y pueden quedar inelegibles. Esto hace que el escenario presidencial en Brasil sea totalmente incierto.

Esperemos gane una persona que realmente esté preparada, que esté conectada al mundo, que entienda de economía, que pueda encontrar soluciones y nuevos caminos comerciales para Brasil y que tenga la altura que un presidente debe tener.
Es importante recordar que los fundadores de nuestras patrias eran filósofos, antropólogos, matemáticos, astrónomos, médicos y estrategas, eran personas curiosas, altamente preparadas. Hoy carecemos de líderes en toda la región, diría que es un fenómeno global y esto hace que la espectacularización de la política no sólo refuerce el daño a la democracia, sino que también la desesperanza de la gente comienza a aumentar, esto es peligroso porque el proceso democrático está en riesgo.
Y no me refiero sólo a Brasil, me refiero al mundo.
Es cuando justamente aparecen los “iluminados”, los” chamanes”, los “mesías”. Tiene que ver también, con la falta de interés de la gente por la política. No tenemos buenos votantes al no tener buenos ciudadanos y para tener ciudadanos políticamente responsables, deberíamos tener educación cívica. Si comenzamos hoy de aquí a dos décadas, tendríamos a la primer camada de ciudadanos políticamente responsables y, consecuentemente, tendríamos mejores políticos.
CE.- ¿Cómo es una campaña política en Brasil, qué se diferencia de otra campañas en Latinoamérica?
JG.- Nosotros en Brasil hemos tenido campañas más largas que las de hoy, hoy continuamos teniendo campañas de prácticamente dos meses y medio, pero lo que nos diferencia es que tenemos un horario de propaganda electoral gratuita, donde hay 25 minutos al medio día y otros 25 en la noche, que se van a repartir en función de la fuerza de cada coalición política.
Si tienes grandes partidos de aliados, que tienen más tiempo de televisión y radio, vas a tener más spots también durante el día, porque no sólo tenemos ese tiempo al medio día y a la noche, sino que también proporcionalmente eso se traduce en cantidad de spots por día, que te permiten pautar en horario y temas, o sea tenemos esa flexibilidad.
Entonces, si tienes una campaña que detenta de 7 a 10 minutos, o sea del 40 al 50% del tiempo, más menos del total, porque eso es una chapa competitiva y tienes buenos aliados; vas a quedarte con una gran cantidad de los spots durante el día. O sea, podrás tener de 10 a 20 spots en un día gratuitos, que te permiten pautar y segmentar.
Eso ha hecho que la comunicación política en Brasil, no sólo trabaje valores estratosféricos comparados con México, Colombia y hasta Estados Unidos, en algunos momentos; sino que también hizo que nos profesionalizáramos al máximo y los mejores talentos de la publicidad y del mundo privado formen parte de estas campañas que se arman de dos en dos años en Brasil.
Tenemos, para que tengas una idea, entre el primer y segundo turno, hemos llegado a tener hasta 52 programas en media de 8 minutos de radio y de televisión por día, o sea en una campaña, 8 minutos de producción de Tv es un documental. O sea, un programa de esos 52 nuestros, es toda tu campaña de televisión en México y todavía te sobran minutos y eso lo hacíamos en dos meses y medio, tres.
Esta capacidad de producción, alta calidad y velocidad, realmente nos diferencia y mucho del resto de las campañas y equipos de comunicación de la región, diría que hasta del mundo.
Cabe decir también, que la legislación electoral aquí en México, por lo que sabemos, no te permite poder pautar con eficacia el mensaje, porque el INE demora en aprobar las piezas y, cuando las aprueba, las pone en el horario que le parece.
Esto hace que realmente los equipos de comunicación estén limitados a la hora de pautar radio, televisión y medios tradicionales, dejan el terreno totalmente abierto para que se puedan hacer campañas de desprestigio o de construcción tímida en redes sociales.
Mi pregunta es: ¿quién coordina o quién tiene control sobre las redes sociales?, ¿cómo las auditas, si los servidores ni siquiera están en tu propio país?, ¿quién te garantiza que un segundo o tercer país no se meta o no meta la mano en ese servidor y altere de alguna manera, pudiendo hacerlo, la opinión de la sociedad?
Esto habría que regularlo no sólo en México, también en Brasil, porque hasta que las redes sociales no tengan un control de qué es lo que entra y sale de las mismas, puede sí estar atentando contra los procesos democráticos, no sólo de México, sino de Brasil y otros países.

CE.- ¿Cómo ves las campañas presidenciales en México en el 2018?
JG.- Lo más impresionante es la transformación que ha sufrido Andrés Manuel López Obrador en su discurso, en su forma de comunicarse y acercarse a la gente.
Realmente, vemos a un López Obrador que ya no es tan contestatario, no es tan irascible como lo fue en el pasado, que está invitando a todos a sumarse a su proyecto, hasta perdonando a antiguos rivales y adversarios de la vida política. Este López Obrador conciliador y que encima da propuestas específicas sobre asuntos específicos realmente está fidelizando su voto duro básico y de momento está liderando las encuestas.
Pero también, cabe destacar que no está pasando su techo electoral de entre 35 y 38 puntos, de momento, tal vez de aquí a unas semanas lo consiga, o no.
Realmente ese cambio y su aproximación al empresariado recuerda mucho lo que fue la estrategia de Lula en el año 2000. Cuando comienza la transformación de la imagen del PT entre el 2000 y el 2002, vemos un PT que sale de una base sindical y con un tono muy de izquierdas, a un PT más moderado, “amor y paz”, donde justamente el PT hablaba de la esperanza, de la lucha contra la corrupción, de que era la vez de los más necesitados y de los que nunca tuvieron vez, de que pondrían a los corruptos en la cárcel, de que existían dos Brasiles y él quería que existiera un solo Brasil y, lo curioso es que, cuando llega al poder este Lula aburguesado, comienza a construir un gobierno nefasto que tal vez haya sido el más corrupto de la historia de Brasil y todo aquello que habían construido durante décadas, de honestidad y decencia se perdió ya en los primeros tres años.
Básicamente el PT fue, lamentablemente un gobierno nefasto y tal vez uno de los más corruptos de la historia de Brasil y se ven muchos parecidos en lo que fue los comienzos de Chávez, y también en los comienzos de los gobiernos de Cristina Kirchner y Néstor Kirchner; así tenemos diversos ejemplos en Latinoamérica de gobiernos que se han caído o que están a punto de caer.
Esa lógica de crear el “ellos” y “nosotros”, “izquierdas” y “derechas”, no le hace nada bien a una nación, ni a la democracia. Creo que las campañas deben sí de tener mucha responsabilidad, sobre todo los comunicadores.
Primero creer en la persona para la que estamos trabajando, si no sería mucha hipocresía de parte de un comunicador o de un estratega en branding o marketing político, estar trabajando para una persona en la que no cree o no comparte sus principios. Lamentablemente eso, todavía pasa el día de hoy.
Esto no lo tenemos que ver sólo como una industria o un negocio, sino hay que verlo también como que somos corresponsables de lo que estamos vendiendo y creo que la campaña debería de ser más propositiva.
En ese sentido, vemos un López Obrador que está dando propuestas, pero que también tiene mucho del discurso de Lula en el 2002, así como del discurso de Chávez, sólo ver los videos en Google, en YouTube y compararlos.
Con respecto a la campaña de Meade, vemos un tecnócrata que realmente muestra su currículum, qué es lo que hizo y también propone, de forma tímida, pero propone, pero que, lamentablemente le pesa la marca partido, porque deberían haber trabajado la marca partido con antelación, cosa que no se ha hecho. Bajar los negativos de partido para poder crecer más rápido.
Realmente se le va a dificultar bastante al candidato Meade, mismo siendo un candidato técnico, un tecnócrata, con un perfil diferente al perfil histórico de los candidatos del PRI, le juega una mala pasada o tiene una mala jugada por parte de los negativos que la marca partido tiene hoy.
Y tenemos un candidato de México al Frente (Ricardo Anaya), donde si bien están en segundo lugar, según muchas encuestas, creo que podría crecer más rápido si tuviera una campaña de propuestas específicas, tangibles, donde los beneficios funcionales de las propuestas se vean palpables y que realmente en su visión de México, que aún no queda claro cuál es, cómo va a construir el camino para llegar a ese México, de forma específica, cuantificable.
Se le ve una persona muy preparada, directa, tenaz, pero creo que en la comunicación está faltando ese eje de propuestas y la factibilidad de realizarlas para fortalecer la percepción de que él realmente está preparado y que tiene un equipo para hacerlo. Entonces, no es prudente mostrar al candidato solo todo el tiempo, más cuando se es tan joven.
Pero creo que sí tienen la oportunidad todos los equipos de hacer una campaña propositiva, positiva y no caer en los clichés de querer hacer campaña de deconstrucción o debate persuasivo publicitario.


CE.- Las encuestas no han cambiado mucho, ¿hay condiciones para las que las posiciones cambien o todo seguirá igual?
JG.- Una campaña no es matemática, uno más uno nunca es dos y no se puede asegurar que faltando aún cuatro meses de campaña, donde todavía no empezó la campaña en los medios, si hay una inter campaña de silencio, pero prácticamente las máquinas de los partidos van a operar y tendrán ventaja estos partidos que posean una maquinaria más afilada o profesional; pero nadie puede afirmar de forma fehaciente de que hoy ganó A o B o C.
Sí hay una tendencia y todo indica que será una campaña de dos y no de tres. Lo característico de esto es que, en 2012 y en el 2006, faltando 7 meses para el pleito, el tercer candidato ya se deshidrata.
Aquí faltando cinco meses ya se han deshidratado los independientes y ahora parecería, tomando los datos de la encuesta publicada por Reforma, podemos ver que sí comienza a verse, que se perfila una carrera entre AMLO y RAC y un tercer candidato que comenzaría a caer.
Pero no sería serio afirmar que efectivamente esos dos serían AMLO y RAC, todavía faltan cuatro meses y muchas cosas podrían pasar.
Creo que va a ser una campaña bastante dinámica, donde nadie se puede creer que ya ganó, y que espero no sea una campaña altamente negativa, eso no sería bueno para México.

CE.- ¿Qué ha fallado con Meade?
JG.- Bueno, no sé si ha fallado su campaña, repito faltan cuatro meses y todavía tiene dos dígitos, estuvo en momentos empatados en un segundo lugar, creo que sería prematuro decir que su campaña ha fallado.
CE.- ¿Anaya corre el riesgo de perder el rumbo ?
JG.- Todos los candidatos pueden perder el rumbo, nadie es padre de eso, ni único responsable. Todo candidato puede perder el rumbo o se pueden cometer errores de la noche a la mañana y en un segundo se puede destruir todo el trabajo de construcción que se pudo haber realizado durante meses o años.
Creo que, con respecto a la campaña específicamente de Anaya, si yo fuera su estratega, lo pondría a decir específicamente a qué ha venido y repetiría cómo lo va a hacer una y otra vez, creo que lo tiene todo, pero sí hay lagunas en su relato.
CE.- ¿López Obrador puede ganar o podrá pasar lo de 2006?
JG.- Creo que las instituciones en México son serias, México es un país serio y la democracia en México es una institución seria. Más que seria, es una institución respetada y consolidada. La democracia mexicana está consolidada.
Yo creo que no existe el “ya ganó” y tampoco el “está todo perdido” para ninguno de los candidatos.
Insisto, aún faltan cuatro meses y mucho agua va a correr por debajo del puente y no es bueno que una campaña sienta el “ya gané”, porque las campañas que sienten que ya ganaron, acaban siempre mal.
La campaña se gana el día de la elección, se gana con propuestas, con ideas, con estrategia, con técnicas y sobretodo con amor y respeto al ciudadano.
CE.- ¿Qué pasa con Lula en Brasil?
JG.- Bueno Lula jurídicamente está muy complicado, judicialmente complicado, podría llegar a ir preso antes de la elección, eso realmente lo dejaría inelegible y hasta mismo no yendo preso son tantos los procesos, que podría quedar inelegible de todas formas.
Mi punto de vista, yo preferiría que Lula realmente participe del proceso democrático, él no tiene cómo ganar esa elección, tiene un techo de 30 puntos 35 puntos máximo y hay un 75% que nunca votaría por Lula nuevamente.
Entonces, creo que lo más sano para la democracia brasileña sería dejarlo participar, que pierda, no pasaría ni un segundo turno y ese capítulo nefasto de la historia podría estar cerrado.
Pero si cometen el error de apresarlo o dejarlo inelegible, realmente van a estar creando un mártir y creo que no sería bueno para la democracia en Brasil.
CE.- ¿En qué proyectos están trabajando en este momento?
JG.- Como ya te comentaba, nosotros estamos con diversos proyectos interesantes en Brasil, de Gobernador, senador y presidencial.
Y en la región estamos también en comunicación institucional de presidencia, senado y congreso en el Caribe y de momento en México estamos también trabajando la imagen, en el branding de instituciones importantes a nivel empresarial.
CE.- ¿Cuál es su método de trabajo ?
JG.- Nuestro método de trabajo lo podemos simplificar en una sola palabra: respeto. Respeto a los electores y respeto al cliente.
Creemos en conocer a fondo a nuestro cliente, en conocer su ADN como persona, como ser humano, su visión del mundo, su visión del país, sus proyectos, sus ideas, conocer a fondo su gente, su entorno y conocer también a fondo la psique social, las regiones, los estados de un país para poder, justamente, entablar un dialogo eficaz entre esa campaña y los ciudadanos.
Trabajamos a fondo 5 pilares: credibilidad, proximidad, nivel de conocimiento, calidad y capacidad de diferenciación.
CE.- ¿Cómo encontrar una buena encuestadora?
JG.- Nosotros tenemos un vínculo profesional y técnico con muchos encuestadores que no son conocidos o no son Vox Populi y los usamos para la realización de focus group, muchos de ellos de la escuela de Chicago que son científicos, no comerciantes y creemos en esto, en la ciencia y en la disciplina estadística para poder justamente tener los mejores resultados y tomar las mejores decisiones; los resultados más fieles a la realidad.
Operamos mucho en otra región con Gallup, tenemos una buena relación, pero en los países que no existe Gallup, realmente preferimos operar con académicos y científicos, que no tengan una marca comercial, pero sí que tengan prestigio en la academia.
Con las más comerciales y están permanentemente apareciendo en los medios, tengo la plena convicción de que debería existir algún ente regulador de este tipo de empresas, para que las que evidentemente venden sus servicios para favorecer al mejor postor sean sancionadas o hasta se le saque del registro, licencia o permiso para trabajar, a aquellas que realmente dan resultados absurdos, esto engaña a la gente.
Esa espiral del silencio que muchos que detentan el poder utilizan a su favor con encuestas manipuladas es otro de los puntos que debería ser tratado de forma seria y regulado de forma más clara, no sólo en Brasil, sino en toda Latinoamérica.
CE.- ¿Las redes sociales han cambiado las campañas?
JG: El gran Marshall McLuhan decía: “el medio es el mensaje” y efectivamente, las redes son diferentes tienen su particularidad y los mensajes se deben adaptar a este formato.
La estructura persuasiva va a continuar siendo la misma, de nada te sirve tener una buena segmentación y red, si tu contenido es una porquería y no conecta con la gente.
Las redes sociales vinieron para quedarse, es un vehículo más, los medios o nuestra forma de ver el mundo realmente hoy pasa por la pantalla de un celular que con la nano tecnología acabará siendo un mismo aparato. Tu celular se va a convertir en tu tablet o PC y también se va a convertir en el control de tu casa y en la televisión de tu casa.
Lo que no va a cambiar es el relato, cómo vas a construir el relato de una marca, la estructura persuasiva, las variables continuarán siendo las mismas, lo que cambia es el vehículo y que justamente el mensaje deberá ser adaptado a ese vehículo; las redes han venido para quedarse y es sólo el comienzo de este mundo maravilloso y dinámico en el que vivimos.
De esta misma forma, creo que justamente por eso las redes deberían estar mejor reguladas y debería de ser un terreno en el que un país pueda ejercer su soberanía, de lo contrario estaría poniendo en riesgo, no sólo su soberanía, sino su propia democracia. C&E

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