"Humanismo" policial norteamericano

POR JOAQUÍN RIVERY TUR

TOMADO DE GRANMA INTERNACIONAL DIGITAL. Cuba.

Lorena López se desesperó, le gritó una y otra vez a la policía de Los Ángeles —tirándose de los cabellos, gesticulando, llorando— que no disparara sobre su esposo, que sostenía en sus brazos a su hija de 17 meses, pero todo fue inútil, los agentes "del orden" de la ciudad hicieron por lo menos 300 disparos sobre José Lemos, muchos de los cuales dieron en el pequeño cuerpo de la infante.

Permiso para matar. Es una de las ventajas que tiene la policía en todo el país. No están muy lejos los asesinatos de negros en Nueva York que terminaron en la absolución de los asesinos.

En Los Ángeles, la criatura de 17 meses no podía entender que a los policías norteamericanos les gusta darle al gatillo, sobre todo de esas escopetas recortadas que dejan heridas espantosas.

Lemos estaba armado, pero había una niña pequeña por el medio. Por este hecho se puede juzgar que a la policía de Los Ángeles no le va a importar mucho la vida de ningún rehén tomado por algún delincuente o alguno de los muchos desquiciados que pululan en las calles estadounidenses.

Jim McDonnell, asistente del jefe de policía de Los Ángeles, aseguró que no podían dejar de responder a los disparos.

¿Se acuerdan de Rodney King, el conductor negro que fue apaleado por los "agentes del orden" delante de las cámaras de televisión en 1991 sin que hubiese cometido ningún delito, salvo el de ser negro?

Stanley Milles también sufrió una paliza semejante y los policías siguen sonriendo y corrompiéndose en las ciudades yankis.

Más cerca, en febrero pasado, la policía angelina le asestó 10 balazos a un niño de 13 años bajo la acusación de robar un auto.

La realidad lleva de la mano a los policías y militares norteamericanos a la tortura: Abu Ghraib, Guantánamo, Afganistán. Si tienen licencia para matar, cómo no van a tenerla para torturar. El Gobierno lo permite y lo estimula, miente y justifica, cualquier cosa es posible. Todo se concatena sangrientamente en el "respeto" de los derechos humanos.